Datos personales

Mi foto
Nadie puede conocer al resto del mundo sin primero conocerse bien a si mismo . Pienso que las personas estamos hechas de carne y huesos, encantos y defectos. Bienvenidos.

lunes, 27 de agosto de 2012

¿Para qué leer?

.

Para vivir más

Para detener el tiempo

Para saber que estamos vivos

Para saber que no estamos solos

Para saber

Para aprender

Para aprender a pensar

Para descubrir el mundo

Para conocer otros mundos

Para conocer a los otros

Para conocernos a nosotros mismos

Para compartir un legado común

Para crear un mundo propio

Para reír

Para llorar

Para consolarnos

Para desterrar la melancolía

Para ser lo que no somos

Para no ser lo que somos

Para dudar

Para negar

Para afirmar

Para huir del ruido

Para combatir la fealdad

Para refugiarnos

Para evadirnos

Para imaginar

Para explorar

Para jugar

Para pasarlo bien

Para soñar

Para crecer

miércoles, 22 de agosto de 2012

Shakespeare

No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta y a otros la grandeza les queda grande.

Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.

No tratéis de guiar al que pretende elegir por sí su propio camino.

El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.

Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto.

Somos del mismo material del que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada de sueños.

viernes, 17 de agosto de 2012

Capitulo 5

Era sábado por la noche y era hora de cenar en casa de Stefannie. Ella decidió comer sola en su habitación para no verles la cara a sus padres y de paso evitar preguntas de su hermano. Qué bien que al menos la netbook era de ella y no podían prohibírsela, todos menos la computadora. Si le cortaban el internet le robaría el WiFi al vecino.

Llamó por teléfono a Lali para preguntarle que había hecho y qué onda con ese chico con el que salió. Había resultado que era el amigo de un primo de ella. Habían intercambiado besos y al parecer quedaron en verse en unos días. Bien. Su amiga tuvo una noche amorosa con un chico que no estaba nada mal, y que encima resultó ser bastante simpático. Cortó la llamada y comió un poco. No tenia sueño, así que puso música y comenzó a navegar en internet. Entró al blog de Jonhy. Había publicado un texto llamado “Enamorado de mi sombra”. Era un texto bastante profundo el cual hizo pensar mucho a Annie, decía así:

La soledad es la compañía de los corazones rotos. Es la cobardía de aquel romance que nunca fue. Son los besos que nunca le diste a nadie, son el polvo de luna que nadie ha logrado tocar. La soledad. Palabras frías y sucias, vacías y a la vez con tanto sentido. Las horas pasan y crees que el viento te traerá un amante que a medianoche tocara desesperado la puerta de tu dormitorio. Son fantasmas, son ilusiones muertas. La soledad te rodea por la noche, te abraza, te engaña, te ruega que seas su amiga. No tenés el valor para decirle que no… ni para decirle que si. Simplemente hechas tu vista a un lado esperando que las lagrimas inunden tu cama. Recorres tu abdomen con tus manos, con la yema de tus dedos. Te preguntas que te regalara el destino, y cerras los ojos para imaginarte los pensamientos mas auto-atormentadores posibles. Te ahogas en tus palabras. Te ahogas en tu llanto. Y solo quedas vos, vos y tu sombra. Tu única compañía. Estoy enamorada de mi sombra, mi única constante seguidora de las noches, mi replica obscura. Es difícil perseguir un sueño cuando la persona a la que amas está mirando otros cielos, otras estrellas… quisiera decirte lo que siento, pero temo el rechazo y lo tengo asegurado.

Eran sentimientos muy hermosos. Tristes, pero hermosos. La pregunta era… ¿Para quién van dirigidas estas palabras? Jonhy estaba enamorado y alguien no le daba bola. Era eso quizás porque no podía contárselo por vergüenza y quizás ese era el gran problema por el cual se drogaba, aunque debería ser algo demasiado grave. Annie vio la hora. Era medianoche. Sus padres estaban durmiendo y su hermano mirando televisión en el living. Se abrigó y bajó las escaleras rápidamente. Su hermano le preguntó adónde iba a esa hora y ella tiró diez pesos arriba de su falda. –Si preguntan estoy durmiendo, no dejes que entren a mi pieza- dijo abriendo la puerta.

-¿Pensás que con diez pesitos me vas a sobornar?- dijo mirándola con cara de asco, sosteniendo el billete entre sus dedos.

-Ok- agregó ella- acá tenés diez más- y le tiró otro billete. Su hermano le asintió con la cabeza y le mostró pulgares arriba.

Aunque su hermano la cubría, le molestaría poco otro castigo, después de todo ya no le tenían confianza. Así que se fue rumbo a la casa de Jonathan para ver que le pasaba. Solo eran un par de cuadras, nada mal. Era sábado, medianoche. Habían autos que pasaban con música y le gritaban de todo, ella seguía fingiendo que no escuchaba nada. Haciendo sonar sus botas te plataforma y dejando que el viento volara su melena. Finalmente llegó adonde deseaba y le mando un sms a su amigo que le abriera la puerta, o la ventana. En fin, que la dejara pasar. Al instante se abrió una ventana, asomó la cabeza Jonhy por ella y le dijo a Stefannie que saltara y entrara.

-Me pregunto porque a esta hora y sin avisar, venís para acá- dice con cara de tremenda sorpresa. Ella se sentó en la cama y él lo hizo de igual manera.

-Vine porque leí algo en tu blog y me parece que es hora de que e desahogues conmigo como lo has hecho durante años- contestó – a vos te pasa algo feo y en vez de solucionarlo te comes el dolor y no hay nada peor que puedas hacer. Quiero que me digas que te pasa, quiero ayudarte, intentarlo. De a dos las cosas funcionan mejor, no te enfrentes solo a cosas a las que no estás preparado. Posta…-

Él se relamió los labios, al parecer contenía lágrimas o angustia por dentro.

-Viste que te pedí que me prometieras algo…- dijo.

-Sí, recuerdo-

-Prometeme que por más de lo que yo te diga, vos vas a seguir siendo mi amiga, que no te vas a enojar conmigo por más duro que sea para vos-

-Lo prometo, lo juro.- dijo ella tocándose el pecho con ambas manos.

-(Suspira, piensa) estoy enamorado de un imposible Annie. De alguien que jamás se fijaría en mi-

A Stefannie se le destrozó el corazón al verlo así. Sus ojos al borde del llanto y le temblaban los labios. No sabía que decirle.

-Mi vida- le dijo abrazándolo fuerte- no creo que alguien que no te de bola te merezca, si vos sos lo mas bueno que hay. No puedo creerlo, ya me decis quien es la idiota que te tiene así que voy a la casa y la reviento a patadas, decime no mas vos…-

Jonathan lloraba. Muchos dicen que no es “de hombre” llorar. Yo creo que es lo más humano que hay, es sacar tus penas, es descargar todo lo malo que guardas dentro.

-No quiero que hagas nada, solo quiero que me abraces y me prometas que vas a estar conmigo pase lo que pase…- dijo entre lagrimas, y esa tremenda desesperación cuando no podes respirar en el llanto.

-No me meto, está bien, pero dame nombres. Quiero saber quién te gusta, solo porque sos mi amigo y quiero saberlo-

Se hizo un silencio. Solo se escuchaba la reparación de ambos. Jonathan se soltó de los brazos de Stefannie y se apoyó contra la pared.

-Vos…- dijo en voz baja y temblando- vos, me gustas vos, estoy enamorado profundamente tuyo hace rato y quise ignorarlo. Pero no puedo-

Annie quedo con los ojos abiertos y mordiéndose los labios. No podía creer lo que había escuchado.

-¿Estás hablando en serio Jonathan?- dijo seria.

-Jamás fui más sincero en mi vida- contestó – No se juega con el amor y no quiero joderte. Pero me pediste sinceridad y eso es lo que siento, quisiera evitarlo pero te amo, Annie, y aunque seas mi amiga, mi cómplice e incluso mi hermana de alma, me gustás-

Otro silencio incomodo. Ninguno de los dos sabia que decir. Jonathan pensó que había cometido el peor error de su vida, y Stefannie quería que fuese tan solo un sueño. Más bien una pesadilla. Su mejor amigo, el cual sabía todo sobre ella… estaba enamorado de ella. Lo había ocultado quien sabe durante cuánto tiempo y ella no lo había notado. Nadie lo había notado. Por un lado sentía lastima de alguna manera por él. Y sentía como en segundos se había hecho trizas su amistad.

-¿Me podes decir desde cuando sentís esto por mi?- dijo con curiosidad.

-No sé, me di cuenta cuando fuimos creciendo. Cuando empezamos a ser adolescentes, cuando crecíamos y poco a poco me gustabas más… al principio creí que te pasaba lo mismo conmigo. Pero el tiempo pasaba y éramos solo amigos, me contabas que te gustaban otros chicos y ahí me di cuenta de que era imposible-

-No sé qué decirte- dijo Annie helada- es algo bastante duro para mi aceptar que mi amigo no me ve como una amiga…-

-Se que va a ser complicado pero quisiera que todo lo que te dije no afecte nuestra amistad. Voy a seguir guardándote secretos y dándote consejos. Voy a seguir cuidándote y queriéndote.-

-No puedo ignorar esto, Jonathan-

-No ignorarlo. Tomarlo como lo que es… un problema. Pero intentemos solucionarlo, no le demos bola. Aunque me gustes… voy a tratarte como lo que realmente sos: mi mejor amiga-

-Quisiera que esto fuera una broma, un chiste de mal gusto- dijo Stefannie apoyando su cabeza sobre la pared.

-Entiendo que estés enojada- agregó él- pero quisiera que sepas que no controlo lo que siento. ¿Hubieras preferido que me lo guarde por el resto de mi vida y me muera de angustia?-

-No, obvio que no, pasa que es bastante jodido saber que tu mejor amigo te tiene ganas. Entendeme vos también-

-No son simples ganas, no es eso. Estoy enamorado. Esto es real, no es un juego ni un simple deseo. Te quiero, pero de otra forma-

-Entiendo, es complicado de entender, tampoco quiero entenderlo. Es muy raro para mí todo esto… necesito tiempo para digerirlo.-

-Si crees que es complicado para vos, imaginate para mí, sufro de un amor no correspondido y acabo de asesinar una amistad.-

-Sí, tenés razón- dijo Stefannie mirando el techo. No quería mirarlo a los ojos- creo que es hora de que me vaya. Mis padres no deberían saber que vine, pueden pensar cualquier cosa de mí. Estoy castigada también-

-¿O sea que no podes visitarme ni salir estos días?-

-No. Y… sé que puedo sonar bastante idiota, pero quisiera pasar un tiempo sin vernos. Necesito algo de tiempo, quiero abrir mi cerebro y dejar que mis neuronas descansen. Y que mi corazón le encuentre sentido a varias cosas que ahora, no logro entender-

-Me parece bien- contesta Jonhy- pero creo que nada entre nosotros va a ser el 100% como lo era antes…- (la mira) ¿te acompaño hasta la puerta?-

-Entré por la ventana, supongo que puedo salir por ahí. Chau, nos vemos eh- dijo, seca. No quería hablar de más.

Se dieron beso en la mejilla y Stefannie salió de regreso a casa. Su hermano seguía mirando televisión, lo que significaba que sus padres no se habían enterado de nada y seguían durmiendo. Subió las escaleras, y se acostó. Le era imposible dormirse. Había tenido una noche aun más dura que la anterior, porque se había enterado de algo tan… raro.

Se sentía totalmente confundida. Sentía cosas nuevas. No sabía si la noticia la había hecho enojar, entristecer o si las palabras tiernas de su amigo le habían mordisqueado hasta el último latido de su corazón. Abrazaba la almohada, contemplaba la obscuridad. En

Su casa, Jonathan, miraba por la ventana al cielo observando la belleza de los astros. Dos almas solitarias que no eran correspondidas por alguna razón.

-Me pregunto qué hice para que se halla enamorado de mi- pensaba Stefannie.

-Me pregunto qué hice para que no se enamore de mi- pensaba mientras Jonathan.

El reloj hacia mover sus agujas y la noche no acababa. Ambos sin poder dormir, ambos llenos de dudas e inseguridad. Ambos tan solos pudiendo estar juntos. Ambos guardando un secreto. Qué triste que ella solo lo veía como un amigo. Pero, esperen. Tiempo al tiempo, las heridas y el vacio son cosa del tiempo. Un amor no correspondido se soluciona correspondiéndolo. Stefannie pensó en todos los momentos que compartió con él. Los abrazos, las largas charlas en el balcón hasta el amanecer, cuando juntos iban a bailar y la pasaban tan bien… aquellas noches en las que llovía y miraban películas de terror con Lali. Eran los tres mejores amigos, y pronto todo acabaría. Ya no mas peleas de barro en el campo de Lali ni mas saltos a la cuerda en la plaza. Todo, era un recuerdo.

Luego de cinco meses…

Todo dio un giro de 180 grados. Stefannie había hablado bien con Jonhy, y ella se dió cuenta de que no habría otra persona que la quisiera tanto como él. Pasaron un tiempo como amigovios, ella empezó a sentir cosas nuevas por él, empezó a enamorarse. Llegó el día en que ella sacó a la luz sus sentimientos, decidió decírselo todo a la salida del boliche una noche de verano. Jonhy había sido la persona más feliz del mundo cuando escuchó las palabras “También me gustas. Quiero intentar algo con vos”. Esperar había valido realmente la pena. Tras decir esto, un beso selló lo que ahora era oficial: el amor había causado efecto en ambos. Porque el amor se construye de a dos. Stefannie sintió cosas hermosas y nuevas, que dieron lugar más tarde a un noviazgo. Fue algo shockeante para aquellas personas que los habían visto siempre jugando el papel de mejores amigos, para Lali fue una sorpresa que al principio no le agradó y más tarde le encantó, y terminó saliendo con el chico de aquella noche en el pub. Jonhy se hizo amigo de Bruno, el nuevo novio de Lali. Todo un tema. Pero las cosas poco a poco tomaron lugar y el verano fue una bomba de fiestas. Los padres de Stefannie tardaron en entender todo lo sucedido, y su hermano era un molesto pero por suerte le gustó el hecho de que fuera Jonathan su novio. En fin, todo mejoró y los castigos de Annie ya habían desaparecido. Nuestra querida freak había encontrado el amor, cosa que jamás creyó encontrar en alguien tan cercano como su mejor amigo. Esto puede de alguna manera dejarnos un mensaje:

Podemos creer que estamos solos pero solo no sabemos apreciar nuestra compañía”.

Capitulo 4

Annie entra al baño. Chicas mirándose al espejo, sacándose fotos, retocando su maquillaje, otras perdiendo su dignidad al reír estúpidamente por la borrachera, una descompuesta arrinconada con sus zapatos en la mano.

“Qué asco” pensó. Parecía que no alcanzaba con ver a Brenda en el colegio y en gimnasia, así que… si, adivinaron. Allí estaba Brenda, con una minifalda que hacía pensar que era una desnudista y un escote que se le veía hasta el alma. “Y pensar que todos mueren por… eso”. Brenda le paso por al lado y la choco como “por accidente”. Stefannie estaba cansada de soportar que la basureen así como si nada. Entonces dio vuelta a Brenda y le dio un empujón con ambas manos sobre los hombros. Si, había hecho lo que tanto quería desde la primaria. Bueno, en realidad sus deseos también eran arrancarle uno por uno sus pelos y tirarla a un precipicio… con pirañas. En fin, Brenda no pudo pararse en sus tacones de diez centímetros al recibir el impacto. Cayo arriba de un charco del baño lo cual para Stefannie fue un grito de victoria.

-La próxima vez que te animes a basurearme te dejo sin dientes- dijo Annie acercándose a ella y apuntándola con el dedo índice. Brenda no lograba levantarse, váyase a saber si era porque ni ella podía levantar su enorme… cuerpo, o por un poco de borrachera.

-Te metiste conmigo, perra- logro decir- y cuando me levante voy a sacarte hasta el último pelo de tu cabecita multicolor- agrego intentando levantarse sin tener éxito alguno.

Stefannie vio que todas las chicas del baño las miraban como si se tratara de un cine o un teatro. Meneando su cabeza y extendiendo sus brazos hacia adelante dijo: “Esto es todo chicas, no mas peleas. Solamente quería dejar en claro que a ésta freak, nadie le gana”.

Al parecer les quedo claro, todas la miraron fijo, algunas aplaudieron inclusive.

Regreso a la fiesta y ese triunfo fue motivo de festejar. Aun seguía algo tensa por lo anterior, nada que un buen trago no solucione. Lali parecía estar “contenta”… bailaba dentro de una ronda de chicos. Annie pensó en ir y decirle que cuidara lo que hacía. Pero luego pensó “esta noche es solo para divertirse”.

Stefannie no lograba localizar a Jonhy, ¿acaso su amigo se habría marchado del lugar solamente porque ella no salía? ¿la habría salido a buscar? No sabía que pensar. Pero esa no era una noche para pensar, era para divertirse. Así que fue con su amiga y bailaron alocadamente todas las canciones.

-¿Qué tal te la estas pasando?- grita Annie al oído de Lali.

-Excelente, mi mejor noche- dice con pulgares arriba- che, ¿lo viste a aquel de negro? (señalando apenas)-

-Si- contesta mirando disimuladamente hacia la derecha- esta lindo eh (risas) ¿Qué pasa con aquel vago?-

-(Gritando como si no se la escuchara teniéndola al lado) ése vago quiere estar conmigo, me dijo recién-

-(Cara de “que bien, sería mejor si me pasara a mi) Y bueno pava, anda decile que sí, es re lindo el loco- (piensa) ¿y quién es?-

-Eh… (Mira hacia arriba, intenta pensar) Bruno se llama. ¿O era Fede? Bah, no se pero, ¿le digo que si?-

-(Empujándola hacia el lado donde estaba el chico moviéndose con un vasito en la mano) Bueno pero… (Bromeando) si tiene un amigo lindo contale de mi (risas)-

Lali fue a donde estaba el chico en cuestión. Era notorio que ambos habían tomado bastante, lo cual podía ser un peligro. Stefannie quedo moviéndose sola, pero no le importaba. También estaba tomando lo que la hacía más activa, siempre sin pasarse de la raya.

En eso, momento WTF. Aparece Joan por detrás de ella, la mira a la cara y queda enormemente sorprendido al ver que era ella.

-¿Stefy?- dice mirando su atuendo de pies a cabeza con los ojos abiertos –Que hermosa que estas- dijo sin miedo.

-(Dios mío, (¿esto es real?) Gracias, me gusta que me guste-

Se miraron durante un rato, ella miraba hacia abajo con algo de vergüenza, timidez o algo similar. El la contemplaba sin creer lo lindo que le quedaba ese vestido.

-Me entere que tuviste un pequeño problema con Brenda hace un rato…- dice el acercándose.

Stefannie pensó “iba demasiado bien como para ser real”.

-Si- contestó – tuve un pequeño gran problema con la perra, digo, si, tu novia-

-Es un tanto histérica, no deberías prestarle demasiada atención, suele ser insoportable cuando esa es su meta-

-La verdad que si, preferiría no hablar de ella… al menos esta noche- y dio media vuelta para continuar bailando. El la seguía.

Pasaron un par de horas, Stefannie bailaba como si no hubiera un mañana. Lali no aparecía de nuevo. En eso llega de nuevo Joan.

-¿No queres que salgamos de acá? Hay mucho ruido y quiero decirte algunas cosas…-

-¿Decirme cosas? Estas medio tocadito, me parece que a quien buscas para salir de acá es a Brenda-

-Brenda salió…- dice él, con un tono apenado – no soporto ni siquiera una semana para serme fiel, la vieron salir de acá con un vago. Y dudo que vayan a “hablar”-

-Debiste suponerlo, es bastante zorra tu novia- contesta sinceramente ella – pero bueno, si queres podemos bailar un poco, para que te distraigas, y bueno. ¿Te cabe?-

-Preferiría que salgamos un rato, quiero tomar algo de aire y hablar un poco, desahogarme. Te conozco poco y nada, pero es que te ves tan tierna, tan buenita-

- Que lindo que me digas eso, bueno, no veo nada malo en salir un rato- dijo sonriendo inocentemente.

Pasaron por la salida, les dieron un papel para habilitarles la entrada de regreso. Salieron y hacía un frío terrible. Annie temblaba y Joan le ofreció su campera. Ella dijo que se la quedara, que estaba bien.

-Si no te doy mi campera, permitime abrazarte así no tenés frio, ¿puedo?-

Wow. Definitivamente era una situación soñada. Abrazo, el chico lindo y una noche estrellada. ¿Cómo decirle que no a esa propuesta? Entonces ambos caminaron un poco, Annie no tenía la mínima idea de hacia dónde iba, pero no le importaba, estaba en buena compañía. Joan le dijo que se sentaran en un banquito que había en una plaza. Lo hizo. Estaba oscuro, apenas unas luces lograban iluminar la zona. Joan se sentó a su lado y pasó su brazo por su hombro, abrazándola de a poco.

-Así que tu noviecita te gorreó…- dice Annie. No es que quería meter la pata o poner nervioso a Joan. Sino que quería que el viera la clase de persona con la cual se había metido.

-Eso parece…- dice mirando hacia abajo, posando sus codos sobre sus piernas y su cara sobre sus manos – la verdad no se que hice para merecerlo. Apenas vamos un par de días de novios, es absurdo-

-No debiste darle chance. ¿Ella te encaró, vos le dijiste, o qué onda?-

-A mí me gustaba, estuvimos unas veces y le dije que si quería hacer las cosas formales y me dijo que sí, que le encantaba. Pero al parecer ella misma se contradice, no quiero ni imaginarme que estará haciendo ahora…-

Stefannie sentía lastima. Dicen que no hay que tenerle lastima a las personas pero le partía el alma ver aquel alma destrozada. No sabía si darle un abrazo, apenas se conocían y se podía malinterpretar cualquier acercamiento físico. Pero fue él quien se le acercó, pero no para un abrazo. Le rozó los labios, ella le dio un empujón.

-¿Qué mi#~da haces?- gritó Annie, impresionada- No me digas que te hiciste todo el dolido para aprovecharte de mí (se levanta y se para delante de él)-

Jonathan se dio cuenta de que su plan para devolverle con la misma moneda a Brenda había fallado. Entonces como todo un cobarde salió corriendo a quien sabe dónde. Stefannie no lograba creerlo y sabia que no era un sueño ni se trataba de un chiste de mal gusto. Qué bien que se dio cuenta de que Joan solo quería acercarse a ella para no terminar la noche solo y para demostrarse a su novia que él podía hacerle lo mismo. Ahora: planteemos la situación. Ella estaba sola en un parque bastante lejano al pub, en un lugar oscuro que le provocaba cierto miedo, era de madrugada y podría encontrarse con cualquier loco en la calle que anduviese borracho o drogado, o algún degenerado. Nadie sabe. En ese momento solo deseaba que por arte de magia apareciera su padre en un auto y la invitara a volver a casa. Pero no, era demasiado pedir. Se bajo un poco el vestido, se acomodó el pelo y se descalzó. Le esperaban las cuadras más frías y temerosas que jamás recorrería.

Iba caminando por el cordón de la calle, como haciendo equilibrio. No tenía demasiadas copas de más, pero le dolían bastante las piernas. Iba tarareando “I'm gonna marry the night, I won't give up on my life, I'm a warrior queen, live passionately tonight” (Me voy a casar con la noche, no me voy a rendir en la vida, soy una reina guerrera, voy a vivir apasionadamente esta noche)

En eso cruza por al lado de un callejón oscuro. Eso le provoco cierto miedo. Se oían algunas voces y celulares con música. En eso oyó una voz que le resulto demasiado familiar. Podría jurar que era la voz de su amigo Jonathan, pero no creía que estuviera en un lugar así. Quedo mirando fijamente ese lugar y paso un auto, la luz ilumino ese lugar y justamente allí estaba Jonhy con otros chicos. Estaban haciendo algo raro, tenían bolsas, las cuales aspiraban. “No pienses mal, no pienses mal” pensaba ella. Pero, ¿qué pensar? Solo quedaba una cruel respuesta. Su amigo estaba drogándose. En otras palabras estaba suicidándose por dentro… lentamente. Stefannie no podía creerlo, más bien no quería creerlo. Miraba a donde estaba el y se le detenía la respiración. Estaba asustada, no sabía si correr, si gritarle o si llorar. Pero por distraerse tropezó, casi cae pero logro mantenerse de pie, pero provocó algo de ruido que llamo la atención de los chicos del callejón. En eso, va hacia ella corriendo Jonhy.

-¿Te hiciste algo?- dice él tomándola de la mano- ¿Qué haces sola en la calle, a esta hora? ¿Lali que se hizo?-

Annie movió la mano de forma que él la soltara, lo miro con los ojos algo húmedos, respiro profundamente cerrando los ojos, conteniendo las lágrimas. Y posando sus manos sobre los hombros de Jonathan le dijo:

-Demasiadas preguntas mi amigo… yo tengo solamente una pregunta para vos, y quisiera que me contestaras, ¿sí?-

Jonathan suspiró, sabía que no había más duro que verla así, por él. Asintió con la cabeza aunque por dentro quería huir y seguir consumiéndose, destruyéndose voluntariamente junto con otros valientes de drogarse, pero cobardes para enfrentarse a los problemas…

-¿Se puede saber por qué haces esto?- soltó esas palabras antes de romper en llanto.

-No me entendes… me hace bien- contesto al instante- me hace olvidar del sufrimiento y de mis proble…-

-¿Ah sí?- dice con un nudo en la garganta, y el corazón congelado- ¿te cuento algo? Yo tengo problemas también, hay gente que no me quiere, hay gente que me detesta. A veces me cuesta estudiar. No tengo suerte en el amor. Tengo complejos con mi cuerpo y mucha gente se burla de mí. Me peleo a diario con mis viejos y ellos discuten todas las noches y tengo que consolar a mi hermanito que llora por eso. No encajo en la sociedad. Me han dicho que la música que escucho es la peor basura hecha por el hombre y que no tengo estilo y que soy una copia barata de algún imbécil. Pero ¿sabes algo? No me drogo, vivo la vida y sigo adelante. Deberías aprender a luchar y no a rendirte y a hacer esta estupidez (grita) ¿escucharon ustedes, los del fondo? ¡Están cometiendo un error del cual pueden arrepentirse el resto de sus malditas vidas!

Al decir esto, Annie dio media vuelta y siguió con su viaje regreso a casa. Probablemente sus padres la verían con olor a alcohol, con el delineador corrido por las lágrimas y sus medias de cancán destrozadas y eso sería un motivo para decirle “no saldrás por dos meses”. Dos meses si tiene suerte y no son tres. Querida friki: esta no fue tu mejor noche. No sabía donde andaba Lali, así que solo quedaba llegar a casa y golpear las puertas hasta que alguien la escuchase. Eran cerca de las 00:08 am. Sábado por la mañana, no había circulación de gente. Annie agradeció eso. Solo faltaba que se le rieran de su… imagen.

Escucho que alguien corría detrás de ella. Supuso que podría tratarse de un borracho o quien sabe que. Así que dijo en voz media alta y con un tono extremadamente sarcástico: “Oh no por favor, ya perdí mi dignidad, y mis esperanzas esta noche, quisiera que mi virginidad quedara intacta, gracias”.

-No voy hacerte nada… soy yo- se escucho- me gustaría explicarte bien las cosas porque aunque no creas tengo problemas, se que tienen solución y que me estoy mandando cualquiera, pero es un impulso… no lo hice para hacerme el lindo ni para decir “ah, me drogo que copado” simplemente quería olvidarme por un momento de un par de cosas que me tienen dolido…-

Stefannie se dio vuelta y miro fijo a los ojos a su amigo. Sus ojos estaban tristes, y cansados. Le dio un abrazo largo.

-Te cuido porque te quiero, porque sos mi amigo y me importa lo que haces. Si tenés un problema decime… yo puedo ayudarte hasta en lo imposible- le dijo al oído, le temblaba la voz.

-Prometo intentar dejarlo, si prometes algo también- dice tomándole la mano.

-Bueno está bien, lo que sea porque estés bien. Te conozco, sabía que algo te pasaba pero no tenía idea de que fuera tan grave. ¿Qué tengo que prometer?-

Jonhy suspiró. Se refregó los ojos y miro nuevamente a Annie. ¿Nunca te paso que necesitabas decirle algo a alguien y no te salen las palabras aunque las tengas organizada en fila india en tu mente? Sera que lo que intentas decir es demasiado fuerte o duro… Sera que las palabras son tan amargas que temes que otros las conozcan. –Annie- dijo- vas a tener que prometerme que vas a seguir siendo mi amiga aunque te enoje lo que voy a contarte-

-Hoy tuve una noche increíblemente pésima, dudo que algo la empeore (estas siendo demasiado dura) pero bueno, no voy a dejar de ser tu amiga porque me cuentes algo. Decime no más-

-(Se prepara para hablar) Bueno, pasa que… (Se agarra la cabeza) no puedo. No puedo. Quiero decírtelo pero no puedo. Después te cuento, mañana, pasado. Pero ahora no, no me salen las palabras-

Stefannie se dio cuenta lo complicado que era para su amigo decirle lo que debía, así que mejor decidió decirle que lo dejara y se lo dijera al día siguiente. Fueron juntos hasta la casa de Stefannie donde no había nadie. Jonathan le ayudo a saltar un tapial lo cual con vestido era bastante incomodo. Así podía llegar hasta el patio de su casa y forzar la ventana de su cuarto, la cual estaba algo vieja y se abría con facilidad. Al teléfono de Jonhy llego un sms “Ya estoy adentro, gracias por ayudarme. Nos vemos mañana y hablamos, te amo”. Él le contesto que le parecía buena idea, y volvió a su casa. Cuando Annie puso su cabeza sobre la almohada dejo salir un suspiro pensando “que noche tan dura, mi mejor amigo tiene problemas, me di cuenta de que quisieron usarme y bueno, las chicas que estaban en el baño habrán pensado que soy una loca agresiva que no sabe controlar sus impulsos… y Lali…” y quedo pensando. Lali. No la vió más desde que salió con ese chico. Eso le causo algo de miedo, lo único que le faltaba era que su amiga ebria y un chico ebrio hayan hecho cualquier cosa. Pero ya había entrado a su casa y le dolía hasta el último musculo de su cuerpo. Lali podría esperar. Unos segundos luego logro dormirse, pero pocas horas luego llegaron sus padres, al verla en la cama, aun vestida, maquillaje corrido y dormida sin destender la cama, consecuencia del profundo dolor que tenia. Sus padres la quedaron mirando sin saber que pensar. Como todos padres, se les cruzaron por la cabeza las peores razones por las cuales estaba así. La dejaron dormir, al día siguiente a las cuatro de la tarde la despertaron, la obligaron a ducharse y cuando salió de la ducha le dieron buenas noticias: “estas castigada de salidas durante dos meses”. Ella no podía contradecirlos, solo les dijo que no era lo que pensaban y que Lali había desaparecido. Sus palabras no tenían valor frente a sus padres. Debían conformarse con que sus padres pensaran que era una zorra y que había llegado borracha a su casa, y como los padres siempre piensan un “plus” para empeorar la situación seguramente pensaron que andaba con un vago, o cualquier cosa. Viernes de descontrol y sábado de castigo. Fenomenal.

Capitulo 3

Luego de cenar sola porque su hermano opto por encerrarse en su cuarto a comer golosinas y jugar videojuegos, Annie decidió acostarse a dormir. Descansar… porque el día siguiente era viernes, viernes… si, viernes. Qué hermoso decirlo, más cuando en su cabeza había un perfecto plan para convencer a sus padres de que la dejaran salir hasta la hora que quisiera. “Buenas noches princesa… mañana será un gran día, una noche explosiva...”. Pensaba ella misma. Finalmente concilio el sueño. “I’m gonna marry the night…” comenzó a escucharse como campanitas de iglesia en sus oídos. Si, era el despertador y era hora de levantarse. A salir de ese enredo de colchas y frazadas, sabanas, peluches y medias fugitivas. A abrir las cortinas, a dejar que los pocos rayos de luz de sol entren y encandilen los ojos achinados de Stefannie que pedían cinco minutos más. La rutina, blablablá, desayunar, llegan los chicos van a la escuela hablando idioteces.

-Chicos, hoy… se sale. No me pregunten a donde pero estaría ideal para una fiesta loca, necesito una, quiero una- dijo pegando pequeños saltitos como una nena caprichosa rogándole cosas a su mami.

-Me encanta- dijo casi sin pensarlo Lali- hoy en el pub de Coco se hace la re joda. Yo diría que vayamos ahí y nos peguemos en enfieste de nuestras vidas-

Jonathan dio otro punto de vista.

-Esas fiestas son un asco, solo las usan para emborrachar a las minas y aprovecharse de su estado. ¿Por qué creen que va el grupo de Brenda? A ellas no les interesa quien puede hacer con ellas lo que sea-

-Jonhy, que raro tan ortiva vos- dice Lali- solamente queremos divertirnos, tomar unos tragos, bailar un poco y pasarla bien. No me digas que no queres porque sabes bien que te encantaría, además a lo mejor te encaras una vaga- dice extendiendo sus brazos hacia abajo como diciendo “¿Por qué no?”.

Annie mira a su amigo con cara compradora. Le toma la mano y la empieza a hamacar de adelante hacia atrás como forma de insistencia.

-Dale Jona. La vamos a pasar bien- dice con esa sonrisa compradora aun en su cara.

-Voy a ir, pero solo porque quiero cuidarlas de que ningún desubicado haga algo raro con mis amigas (las abraza) chicas yo voy con una condición-

-¿Cuál?- dijeron ambas al unísono.

-Que nos divirtamos como si no hubiera un mañana-

Ambas lo aplaudieron, abrazaron y halagaron. Tenían planeada una fiesta increíble. Solo faltaba lo más importante: el permiso y la aprobación de sus padres. Hablamos de Stefannie claro, porque Lali y Jona eran libres de hacer lo que les plazca. Annie tenía demasiadas expectativas e incluso estaba dispuesta a escapar de su casa por asistir. Pasaron las horas escolares hablando de que se pondrían, si un vestido o unos jeans, si unas botas de tacón o un par de zapas casuales. Jonhy en el medio pensando nada más si ponerse la remera de siempre o pedirle alguna a algún amigo. Salieron del colegio, y Stefannie llego a su casa corriendo de la emoción. Su mama preparaba mates y su papa leía el diario.

-Hola- saludo la madre- ¿Qué tal tu día Tefy?-

-Mama, te he dicho mil veces que odio ese apodo, decime Annie o como sea pero no Tefy, suena tan… común-

-Bueno Annie (pronunciando fuertemente las enes) ¿Cómo te fue hoy en el cole? ¿Demasiadas tareas para hacer?-

-No mami, nada de tareas. Es más hasta podría decir que estoy libre de compromisos y de deberes, y (cara de asombro increíblemente sobreactudada) es viernes, y hay una fiesta increíble a la que quiero ir-

-(padre entra en acción) ¿con que una fiesta, eh?-

-Si papi una fiesta en el pub de Coco, el tío de la prima de la amiga de Jenny, la chica de la librería ¿la ubicas?-

-No tengo idea de quien ese tal Quique pero…-

-(madre interrumpe) Coco, se llama Coco-

-(padre no acepta correcciones) bueno como se llame, pero solo vas a ir a esa fiesta si alguien te lleva y te busca y lamento decirte que nosotros vamos a estar fuera de la ciudad porque tenemos que visitar a la tía Clady por su cumpleaños, sabemos que no tenés interés en verla pero no estamos seguros de dejarte salir sola mientras no estamos para supervisarte-

-Pero pá… (Inventa una mentira, inventa una mentira) el papa de Lali nos lleva y nos busca. Dijo Lali que podía dormir en su casa, que no había problema con eso-

- Yo creo que en ese caso deberíamos dejarla salir, no sale a bailar desde como hace dos meses el cumpleaños de Lali- dice su madre guiñándole el ojo de manera cómplice.

-(pensando) Mhmmm… supongo que si el papa de su amiga las busca estará todo más que bien. Cuidate hija, ¿sí? ¿Nos lo prometes?- dijo contento y estrechándole el brazo a su hija para recibir un abrazo.

Algunas horas luego…

Montañas de ropa, zapatos y pinturas desparramadas por la cama de Annie. Afuera del cuarto, golpeando la puerta estaba Jonathan.

-Oigan chicas, ¿tanto tardan en cambiarse? Solamente vamos a bailar no a un desfile de modas- dijo golpeando con su cabeza la puerta.

-Ya esta, ya podes pasar- dice Lali- pero no te rías si estamos feas (risas)-

Decir que estaban hermosas era poco. Lali con unos jeans ajustados y un gorrito de lana, y Annie un vestido negro y unos tacones rosas que hacían juego con la enorme cabellera que caía por su espalda.

-¿Y?- dice Annie señalando su atuendo- ¿me veo demasiado mal?-

-Si no fuera tu amigo…- dijo por lo bajo mirándola de arriba abajo con los ojos saltones.

-¿Qué? Habla más fuerte que no escucho nada-

-Que ese vestido es demasiado corto- dijo volviendo a la Tierra- creo que un simple movimiento y te verán en interiores- dijo bromeando.

Lali entro en un ataque de risa y se lanzo sobre la cama a, valga la redundancia… reírse.

-¿O sea que me veo mal, me queda feo?- dijo miradose desde la punta de los pies hacia arriba.

-No, no… te ves más hermosa que nunca, amiga…- dijo Jonhy mordiéndose los labios.

-(no muy convencida) gracias… de todos modos no tengo otra cosa que ponerme así que así es cómo voy. Mama está en el baño y papa salió un rato. Así que si preguntan, vamos a tu casa y de ahí tu viejo nos lleva a la joda. Ah y duermo en tu casa Lali, y eso es posta-

-Ok, si no queda otra-

En el trayecto hacia el pub, las chicas recibieron “piropos” de todo aquel chico que se le cruzase.

-¿te das cuenta?- dice Jonathan tomando a Annie del brazo bruscamente- todos te gritan cosas porque andas muy… muy…-

-¿Muy que, Jona?-

-Andas así como no se- dice agitando los brazos- ese vestido es demasiado corto-

-Ah, la anduviste mirando bastante entonces- se mete Lali, como de costumbre.

Momento incomodo, que decir, que no decir, que callar y que dar a entender.

-Pasa que es mi amiga y nada más me aseguraba que llevara puesto algo adecuado. (Bien campeón, quedaste bien) además no tengo que darte explicaciones a vos Lali, sabes-

-Bueno che, no es para tanto va de onda no mas-

Al fin habían llegado. Luces, una barra llamativa y muchas personas bailando de manera descontrolada. El dj en la cabina rodeado de chicas, entre ellas, Brenda. Annie buscaba a Joan para mostrarle su look a ver qué opinaba. Pero no lo encontraba por ninguna parte. Lali fue directo a la barra. Annie y su amigo quedaron contra la pared sin moverse.

-¿no querías venir para bailar y todo eso?- dice Jonhy sorprendido al ver que Stefannie permanecía quieta y tranquila.

-es que pensé que podría verlo a Joan- dijo buscándolo con la mirada- pero al parecer no llego aun-

-(sin entender) ¿a Joan dijiste? ¿Para que querrías verlo a él?- dijo su amigo que al parecer reventaba de celos.

-¡Ey!- dijo Stefannie chocando su puño contra el hombro de Jonathan – pareciera que te molestara que hablara de él. Nada más me parece un chico simpático, sos mi amigo te contaría si pasara algo mas con el-

-Pasa que es un idiota ese vago, seguro quiere estar con vos siendo que tiene novia. Yo te doy un consejo de amigo, ni te le acerques, porque no creo que de un día para el otro te hable así re simpático siendo que jamás te dirigió la palabra, ¿entendes pava?-

Una charla demasiado extraña para andar gritando porque con la música no se escuchaba nada.

-Está bien, sabes… me gusta que me cuides pero te zarpas, solamente quiero sociabilizar un poco… (Mira hacia todos lados) voy al baño, esperala a Lali vos…-

-Dale… (Se rasca la cabeza, levanta una ceja, piensa “creo que metí la pata”).

Capitulo 2

Recreo, al fin un descanso. Biscochos en mano, celulares en la otra. Annie por poco se había tomado una siesta en la clase de matemáticas. Se sentaron con el dúo dinámico (Lali-Jona) en la ventana del aula. Risas, biscochos y mates de café. Un día soleado en el que ellos preferían pasársela adentro. Annie como siempre, con su teléfono en la mano con música y agitando la cabeza siguiendo el ritmo. Muchos pensaban ¿Qué hace esta loca? Pero a ella no le interesaba lo que los demás pensaran de ella… ¿o sí? Muchas veces nosotros mismos decimos que la opinión de otras personas nos “resbala”. Pero por dentro hay un monstruo que nos come el cerebro diciéndonos: “y… ¿si los demás tienen razón, y si es mejor que cambie y les haga caso?” cuando nosotros somos como somos y aunque es bueno mejorar, nuestra personalidad y nuestra esencia debe permanecer intacta. Los ojos ajenos son demasiado juzgadores, y las voces del mundo pueden tornarse crueles. Es bueno vivir en nuestro mundo dejando que entren a él solo los comentarios necesarios e ignorar otros, insignificantes u ofensivos. Estem, decía que… ah, sí. Estaba recostada en la pared cuando ve una escena llamativa del otro lado del patio interno. Brenda corriendo a los brazos de Joan. Re romántico (modo ironía, encendido). Annie los miraba fijamente, hacia una cara de frustración. Jona contemplo su comportamiento y pregunto:

-¿Que tanto miras?, estas idiotizada…-

- Hipnotizada querrás decir-

-No, no. Idiotizada, tenés la mirada como embobada en otro lado. No estás escuchando lo que decimos, por eso-

-Ah, sí. Puede ser. Pasa que no me cabe en mi cabeza como alguien como Brenda (cara de asco) pueda estar con alguien como Joan (su cara cambia totalmente, sonrisa idiota)-

-¿A qué te réferis con “alguien como Joan?”... es un hueco, solamente tiene facha y eso debe ser lo que atrae a las chicas. Pero manteniendo una corta conversación con ese vago te das cuenta que no tiene actividad cerebral en el cráneo. Ni una neurona viva tiene-

Sonrisas picaras, Lali en el medio escuchando la discusión.

-Yo creo que es lindo. Apenas he hablado una vez con él y parecía simpático. Demasiado simpático como para estar enamorado de aquel intento de persona (señaló a Brenda con un movimiento brusco de cabeza).

-Me sorprende que digas eso, sos una persona diferente. Tenés dentro tuyo un detector de imbéciles y creo que cuando caminabas junto a Joan la alarma sonaba. Pero estabas ocupada viéndole lo físico-

Lali no aguanto y tuvo que meterse en la conversación.

-No es por nada Jona, pero no me vas a decir que alguna vez no te dejaste llevar por una mirada… una sonrisa. Además sos varón, seguro le miraste otra cosa a una mina antes que verle si era o no inteligente o que se yo-

Jonathan movió la cabeza de un lado a otro lentamente demostrando que estaba en desacuerdo. Se toco la frente y miro a Lali clavándole fríamente sus ojos color miel.

-Mira… vos me conoces lo suficiente y sabes que no miento. Sí, soy un ser humano y es obvio que puedo dejarme llevar por cosas… pero jamás me metería con alguien solo por sus curvas o lo que sea. ¿Te quedo claro?-

Si alguna vez sentiste que discutiste y discutiste y no tenias razón… bueno… así se sintió Lali, y Annie sonrió porque se sintió orgullosa de que su amigo tuviera ese pensamiento tan… -¿tierno? Tan romántico y tan irreal. Ella palmeo a su amigo por la espalda y se le acerco un poco.

-A mi no me engañas- le dijo –dicen que hay dos cosas que no se pueden disimular.

-¿Ah sí?- le contesta -¿Cuáles son?-

-Estar borracho y estar enamorado- bromea- (risas) en tu caso, estas enamorado hermano. -¿No querrías contarle algo a tu mejor amiga?

-Mi mejor amiga- la mira con una sonrisa de oreja a oreja- no hay nada que contar, solamente que tocamos el tema y me puse algo romántico. Eso nada más. Y Lali… no todos somos iguales, sabes… (Se levanta) voy al baño. No me extrañen-

El timbre sonó. De nuevo al aula a “divertirse” en historia.

Por la noche…

Sonaba Bad Kids de Lady Gaga en su estéreo, en su computadora estaba abierto facebook y se paseaba en piyamas por su casa.

Sus padres habían salido, dejaron una nota que volverían tarde y su hermano no había vuelto aun de la calle. Estaba leyendo el inicio de facebook (donde figuran todas las actividades recientes de sus usuarios amigos) y aparecía una frase de Jonathan: “Me gustas pero tengo miedo de fallar en el amor”. Una cara de WTF (What the fuck, del ingles “qué diablos/que rayos) fue la que hizo Annie al leer esas palabras. Su mejor amigo, su más fiel acompañante de delirios y con el cual intercambiaban sus más oscuros secretos… estaba en algo y no le había contado nada, nada de nada. Estaba cayendo en una gran tristeza y decepción, toda la confianza que se tenían el uno al otro se había destrozado como por arte de magia. No quería preocuparse demasiado así que tomo el teléfono y marco su número. El tono sonaba algunas cuantas veces y eso la ponía extremadamente nerviosa. Comenzó a caminar por el cuarto, haciendo sonar sus pantuflas. Al fin alguien atendió.

-Hola, ¿Con Jona?- sonó como un regaño, no una pregunta.

-Sí, ¿Annie sos, no?-

-Si, dejame adivinar, me tenés agendada en tu celu como “mejor amiga” y ¿no?-

-Si, además reconocería tu voz donde fuera. ¿Para qué llamabas loca?-

-Estem…- (ajhá, pensé todo menos que decirle) – vi tu estado en facebook y con lo que andabas diciendo en el cole me dio la impresión de que me ocultabas algo-

-Siempre fui un tierno, solamente que ahora lo di a mostrar o se dieron cuenta Lali y vos-

-No que, yo sé perfectamente como sos. O sea si re buenito todo lo que quieras pero andabas así re poético. Parecía que te lo habías comido a Arjona posta-

-(risas) No es nada, te lo prometo. Jamás te ocultaría nada a vos y sabes que cumplo mis promesas, en serio no te enojes ni te preocupes-

-Uf, (suspiro, alivio) no sabes lo bien que me hiciste. Me sacaste un peso de encima posta. Tenía como la impresión de que me ocultabas algo groso, y yo re en otra ni enterada viste.

Pero bueno, yo confió en vos. Siempre, tal y como prometimos.-

-(risas) Ni te hagas drama tontita. Vos sabes que te amo y me tenés siempre. Mi mejor amiga de todas…-

-Yo también te amo pavo, sos mucho. Acordate de contarme cada paso que des, ah bueno tanto no pero ya sabes-

(Silencio)

-Bueno te corto porque viste que gasta mucho el teléfono y después mi vieja me reta. Un beso flaco, nos vemos para el cole-

-Dale que descanses-

>FIN DE LA LLAMADA<

Listo, problema solucionado. Otra vez al mundo cibernético a subir fotos y descargar música. Tocaban fuertemente la puerta de su habitación.

-Mamaaaaaaaaaaaaaa- grito psicóticamente- ya voy (creyendo que era su madre avisándole que la comida estaba en la mesa)

No, era su hermano que como siempre, iba a molestarla un poco porque un día sin molestar a tu hermana mayor no es un día completo para un niño de ocho años que vive de videojuegos y animé. Qué lindo abrirle la puerta como de costumbre, darle un par te almohadonazos y cerrar nuevamente la puerta con llave claro… por si las dudas. Como todos hermanos, se amaban pero aproximadamente un 80% del tiempo que compartían era para pelear, arrojarse almohadas o para que aquel pequeño demonio de cabellos rizados le arruinara sus planes de escape o que la hiciera pasar vergüenza frente a los demás. Golpeaba la puerta como un condenado, como si detrás de ella hubiera una mágica montaña de caramelos. La realidad: había una hermana fastidiada ignorando los sonidos, tapándolos con electrónica.

Capitulo 1

Sus amigos le decían Annie, o Steff, o... como sea, solo usaban su nombre entero para regañarla o para pasarle lista en el colegio. ¿Cómo decía? Ah, sí. Stefannie vivía en un pequeño pueblo donde todos se conocían. Si alguien tenía problemas con alguien, el pueblo se enteraría antes que el mismo dueño del problema.

Por más que ella había vivido gran parte de su vida en Fieldville, no conocía a todos y eso no era en realidad su mayor deseo, ya que le bastaba con su grupo chico de amigos, con el que sobre todo, se hablaba con los del colegio.

No era exactamente una persona extrovertida, en realidad reservaba su más loca personalidad a quienes tocaran de cerca su corazón. Solía ser dulce, tierna y amable a veces. Pero su bipolaridad la transformaba en una persona gritona, malhumorada y muy impulsiva de vez en cuando.

Su mayor refugio era su cuarto. Cubiertas las cuatro paredes con recortes de diarios, fotografías de famosas, algunas de ella y otras que tomaba a paisajes. Dibujos, pinturas, carteles de amigas, e incluso un pequeño grafiti. Ahí era donde ella se escondía cuando parecía que el mundo intentase comerla, devorarla y lastimarla. Cuando la lluvia escuchaba sus penas y cuando nadie, absolutamente nadie quería escucharla. Ni verla, mucho menos verla.

Usaba siempre unos jeans gastados, rotos y grises, ése era su look casual. Zapatillas con cordones de colores y remeras llamativas. Era por eso que detestaba el estructurado y monótono uniforme escolar, la pollera a cuadros con camisa y corbata. Lo odiaba casi tanto como a su compañera de clase Brenda. Pero ya hablaremos de ella luego, sigamos con Stefannie.

Si hablamos del colegio, no era ella la mejor (ni la peor, aclaro) de las estudiantes. Cuando niña había recibido medallas, honores y diplomas por sus calificaciones. Pero la secundaria fue un cambio demasiado brusco, demasiado absurdo y repentino, ¿Qué acaso no lo es para todos?, y bueno, decía... La hora de matemáticas y de Historia era su descanso, en el cual cerraba los ojos y soñaba despierta. Eso hasta que los profesores golpeaban con una regla su escritorio gritando algo como ‘‘¿Thomas, Thomas, entendió la ecuación?'' o ‘‘¿En qué año se produjo la revolución de las industrias textiles?'' ella miraba giraba su cabeza de un lado a otro mientras regresaba su mente a la clase.

El recreo, diez minutos de libertad luego de estar sentado como un robot recibiendo información, su momento preferido, ella se sentaba en la ventana del aula a hablar con sus amigos.

Era normal verla riéndose por los pasillos, ya que todo le causaba gracia. Caminaba haciendo resonar sus zapatos mientras rizaba con un dedo un mechón de su cabello rubio lacio. ¿No mencione aún que tenía el pelo más largo de la escuela? Largo, rubio, con mechas rosas y negras. Su madre jamás le había autorizado a teñírselas, sin embargo ella lo hizo por mano propia.

Era rebelde, rebelde y muy caprichosa. Quería llevarse el mundo por delante a veces, aunque muchas otras la timidez se la llevara por delante a ella. Vivía pendiente de sus sueños, pero no siempre se tomaba el atrevimiento de hacerlos realidad.

En fin. Con ustedes, Stefannie Thomas, una chica que sobrevive a los medios y a las críticas, una chica que no baja los brazos aunque eso quisiera... Con ustedes, Stefannie, una freak.

*freak: (significado): persona rara/monstruo/fenómeno.

Unos de sus grandes defectos era su falta de paciencia y su autoestima adherida fuertemente al suelo. Solía ser bipolar, lo que la convertía en una persona tanto realista como pesimista como positiva. Bueno, dejemos de describir a esta freak, ya conoceremos más de ella en esta historia.

Era una mañana sumamente fría, donde el pasto mismo se tornaba blanco con las gotas heladas de rocío. Sonaba el despertador, ya eran las 6 am y Stefannie azotaba el reloj contra la mesa de luz para lograr silenciar ese sonido perturbador que le avisaba que era hora de abrir los ojos y como siempre… enfrentarse al mundo y darle la cara al desafío mas temeroso por las mañanas de invierno: salir al mundo exterior y no morir de hipotermia. Se levanto desperezándose y bostezando, mientras su perrito Cody se zambullía en las sabanas pidiendo cinco minutos más. Ella se puso su par de pantuflas de peluche rosa y se dirigió hacia el gran espejo del baño, su peor enemigo. Al mirar su reflejo no hizo más que una mueca de asco. Era demasiado acomplejada en cuanto a su cuerpo. Según ella no era más que un saco de huesos carente de curvas. Qué triste saber que no era ella la causante de esos pensamientos, si no las criticas disfrazadas de broma que recibía al pasearse en bikinis en verano. La llamaban enferma. Ella simplemente bajaba la cabeza y se mordía los labios para callar lo que su lengua quería gritar: BASTA, solo quería paz. Se vistió, nuevamente se dirigió al espejo donde contemplo el acné de su rostro el cual odiaba más que un feriado en fin de semana. Se puso maquillaje, pinto sus ojos (marrones verdosos, chicos y misteriosamente picaros) y peino su pelo largo y colorido. Uno que otro broche en forma de calavera-corazón. Café cappuccino, un par de galletas de miel. Tras dar el último trago de su taza, alguien llamaba a la puerta. Seguramente serian sus mejores amigos, Lali y Jonathan. Acertó, eran aquel par de locos que pintaban de colores hasta sus días más aburridos.

- Que onda Annie, te recomendaría que te abrigaras aquí afuera esta como en el polo – dijo bromeando Lali.

Salieron rumbo al colegio. Solían tener charlas incoherentes todo el camino, y esta vez no cambiaria.

- Que lindo, ya es lunes, tenemos matemáticas y no hice la tarea, creo que hoy puede llegar a ser un gran día- dijo Annie con un tono de voz sarcástico.

- Que raro ella. No me sorprendería ver un criadero de ceros en tus calificaciones. Ponete las pilas- recomienda Lali.

-(risas)- interrumpe Jonathan – ¡habla cuya persona no logra sacar literatura del año pasado!-

- Bueno chicos, no vamos a discutir por quien es el más ignorante o como sea- dice Annie – ¿Saben que estaría bueno? Ir rápido, así corriendo a la panadería y comprarnos unos buenos biscochos salados. ¿Quien se ofrece?-

Brillante idea. La panadería quedaba ni más ni menos que a dos cuadras y en un par de minutos el timbre tocaría. Los tres permanecieron en silencio y Annie decidió ir ella. Iba a los saltos, esquivando pozos y montañas de piedras y arena que había cerca por la remodelación de un edificio. Hacia “humo” con su boca (todos lo hemos hecho días fríos) hasta que de repente diviso a media cuadra a Joan, el chico por el que todas las chicas del colegio morían. Ella no le daba demasiada importancia aunque era demasiado lindo como para no mirarlo. Suspiro, camino un poco más lento y se acomodo el cabello disimuladamente con los dedos. “¿Lo saludo? no, quedaría demasiado regalada… ¿si me hago como que me lo choco?… no, no, se daría cuenta. ¡Ya sé! Voy a preguntarle la hora. No, no… no se lo primero que me salga” pensaba. Pero al estar a pasos de distancia fue Joan quien la saludo.

- Stefy – dijo dudando el nombre- la escuela es para allá-

-(¿Lo dijo en joda? ¿Me rio?) Jajaja, si ya se, iba rápido a la panadería a comprar unos bizcochitos para el recreo.

- ¿Te acompaño?- dijo con una cara matadora, sonrisa perfecta y ojos brillosos. ¿Como decirle que no?

Camino al colegio (ambos consientes de que llegarían tarde) caminaban en silencio, era la primera vez que Annie estaba cerca de él, para ser sinceros él jamás la había siquiera mirado antes. Era la clase de chico lindo que pasa el tiempo con las chicas del club de baile del colegio, formado por (presentación, luces, tambores, orquesta) las lindas huecas. Con lindas me refiero a grandes curvas, minifaldas cortas y una increíble fobia a las nerds o freaks. En fin, la cosa se tornaba incomoda entonces Annie intento sacar algún tema de conversación que no fuera precisamente referido a sus amigas, las creídas.

- Y, Joan… que raro andas solo, siempre vas al colegio con tus amigos y todo eso-

- Pasa que como es tarde ya todos deben estar en el cole, la buscaría a mi novia pero siempre sale con sus amigas-

Momento incomodo. ¿Novia? Eso si que era imposible de procesar. “Si tuviera novia ya se hubiera producido una ola de suicidios en mi clase”- se le cruzo por la mente- “Además me hubiera enterado, acá la información viaja a la velocidad de la luz”.

- Novia, que bien- dijo – podría llegar a jurar que estabas soltero, digo, no es que no tengas levante. Muchas chicas quisieran salir con vos. Eso dicen.

- ¿Vos decis? Si mi novia es Brenda. Supongo que la conoces, baila en el club del colegio.-

“Un momento. Dijo… ¿Brenda? Debí intuirlo. Morocha, ojos celestes, y más curvas que una montaña rusa” pensó.

-Ah sí, morochita, si si la ubico – (llegando al colegio, pensando que pensaran los demás al verla llegar con el novio de la chica linda-popular) ¿te parece si adelanto un poco no quisiera entrar al mismo tiempo que vos pueden pensar cualquier cosa, te cabe?- dijo adelantándose unos pasos revoleando la bolsa de biscochos. El asintió con la cabeza. Annie no podría creerlo. Había caminado un par de cuadras con el más lindo de la escuela y ya había obtenido información recién sacada del horno. Apenas entro noto que no había llegado tarde, y que sus amigos la esperaban sentados bajo el árbol.

- Lo hiciste Annie, (aplausos, gritos) pero una bolsa no alcanza ni para mi pava- dijo Jonathan levantándose.

- No importa, escúchenme por favor. ¿Vieron este chico, estem… Joan?- (todos asienten con la cabeza) – bueno vino conmigo desde la panadería, y me dice que anda de novio con la loca esta, la que me mira siempre así como con asco… Brenda. No soy de los chismes pero creo que es demasiado jugoso como para no contárselos-

- Era predecible, ella es un gato y el un hombre- dijo Lali, con bastante razón en el uso de sus palabras.

- No todos los varones somos iguales – contradijo Jonathan poniendo la palma de su mano sobre el hombro de Lali – hay otros que preferimos un cerebro y un corazón-

Silencio. Cuanta ternura en tan pocas palabras, Annie quedo boquiabierta.

- Ehhh Jonhy, ¿andas enamorado o algo así?- pregunto sorprendida.

- Digamos que solo se diferenciar una princesa de una villana- dijo riendo.

Toco el timbre. Lentamente y sin ganas, todos se levantaban para entrar al salón. Bienvenidos a la rutina.

Introducción a la novela ‘Diario de una Freak’

“Ella es una adolescente en estado mutante, ella no hace más que escuchar la sinfonía de latidos de su corazón radiante. Ella no quiere parecerse a nadie, y aunque muchas veces deteste ser distinta, es su destino quién lo decidió así. Su cerebro contiene demasiadas ideas y sentimientos, más aún que lo que una constelación posee estrellas. Dibuja en su rostro ojos pequeños y soñadores, y una sonrisa pícara que desaparece cuando aparecen ellas, líneas plateadas que empapan sus mejillas. Ser fuerte no es su fuerte, ya que el miedo y la vergüenza son sus peores enemigos, pero a su vez... sus más grandes aliados.

Muchas veces se sintió sola. Abandonada por el mundo y también por sí misma. Pero aunque muchas noches su almohada la escuchó gritar, secó sus lágrimas y concilió finalmente su sueño... aún no quiere bajar sus brazos. Conozcan a Stefannie, una chica normal... que de normal, no tiene NADA”.