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Nadie puede conocer al resto del mundo sin primero conocerse bien a si mismo . Pienso que las personas estamos hechas de carne y huesos, encantos y defectos. Bienvenidos.

viernes, 17 de agosto de 2012

Capitulo 4

Annie entra al baño. Chicas mirándose al espejo, sacándose fotos, retocando su maquillaje, otras perdiendo su dignidad al reír estúpidamente por la borrachera, una descompuesta arrinconada con sus zapatos en la mano.

“Qué asco” pensó. Parecía que no alcanzaba con ver a Brenda en el colegio y en gimnasia, así que… si, adivinaron. Allí estaba Brenda, con una minifalda que hacía pensar que era una desnudista y un escote que se le veía hasta el alma. “Y pensar que todos mueren por… eso”. Brenda le paso por al lado y la choco como “por accidente”. Stefannie estaba cansada de soportar que la basureen así como si nada. Entonces dio vuelta a Brenda y le dio un empujón con ambas manos sobre los hombros. Si, había hecho lo que tanto quería desde la primaria. Bueno, en realidad sus deseos también eran arrancarle uno por uno sus pelos y tirarla a un precipicio… con pirañas. En fin, Brenda no pudo pararse en sus tacones de diez centímetros al recibir el impacto. Cayo arriba de un charco del baño lo cual para Stefannie fue un grito de victoria.

-La próxima vez que te animes a basurearme te dejo sin dientes- dijo Annie acercándose a ella y apuntándola con el dedo índice. Brenda no lograba levantarse, váyase a saber si era porque ni ella podía levantar su enorme… cuerpo, o por un poco de borrachera.

-Te metiste conmigo, perra- logro decir- y cuando me levante voy a sacarte hasta el último pelo de tu cabecita multicolor- agrego intentando levantarse sin tener éxito alguno.

Stefannie vio que todas las chicas del baño las miraban como si se tratara de un cine o un teatro. Meneando su cabeza y extendiendo sus brazos hacia adelante dijo: “Esto es todo chicas, no mas peleas. Solamente quería dejar en claro que a ésta freak, nadie le gana”.

Al parecer les quedo claro, todas la miraron fijo, algunas aplaudieron inclusive.

Regreso a la fiesta y ese triunfo fue motivo de festejar. Aun seguía algo tensa por lo anterior, nada que un buen trago no solucione. Lali parecía estar “contenta”… bailaba dentro de una ronda de chicos. Annie pensó en ir y decirle que cuidara lo que hacía. Pero luego pensó “esta noche es solo para divertirse”.

Stefannie no lograba localizar a Jonhy, ¿acaso su amigo se habría marchado del lugar solamente porque ella no salía? ¿la habría salido a buscar? No sabía que pensar. Pero esa no era una noche para pensar, era para divertirse. Así que fue con su amiga y bailaron alocadamente todas las canciones.

-¿Qué tal te la estas pasando?- grita Annie al oído de Lali.

-Excelente, mi mejor noche- dice con pulgares arriba- che, ¿lo viste a aquel de negro? (señalando apenas)-

-Si- contesta mirando disimuladamente hacia la derecha- esta lindo eh (risas) ¿Qué pasa con aquel vago?-

-(Gritando como si no se la escuchara teniéndola al lado) ése vago quiere estar conmigo, me dijo recién-

-(Cara de “que bien, sería mejor si me pasara a mi) Y bueno pava, anda decile que sí, es re lindo el loco- (piensa) ¿y quién es?-

-Eh… (Mira hacia arriba, intenta pensar) Bruno se llama. ¿O era Fede? Bah, no se pero, ¿le digo que si?-

-(Empujándola hacia el lado donde estaba el chico moviéndose con un vasito en la mano) Bueno pero… (Bromeando) si tiene un amigo lindo contale de mi (risas)-

Lali fue a donde estaba el chico en cuestión. Era notorio que ambos habían tomado bastante, lo cual podía ser un peligro. Stefannie quedo moviéndose sola, pero no le importaba. También estaba tomando lo que la hacía más activa, siempre sin pasarse de la raya.

En eso, momento WTF. Aparece Joan por detrás de ella, la mira a la cara y queda enormemente sorprendido al ver que era ella.

-¿Stefy?- dice mirando su atuendo de pies a cabeza con los ojos abiertos –Que hermosa que estas- dijo sin miedo.

-(Dios mío, (¿esto es real?) Gracias, me gusta que me guste-

Se miraron durante un rato, ella miraba hacia abajo con algo de vergüenza, timidez o algo similar. El la contemplaba sin creer lo lindo que le quedaba ese vestido.

-Me entere que tuviste un pequeño problema con Brenda hace un rato…- dice el acercándose.

Stefannie pensó “iba demasiado bien como para ser real”.

-Si- contestó – tuve un pequeño gran problema con la perra, digo, si, tu novia-

-Es un tanto histérica, no deberías prestarle demasiada atención, suele ser insoportable cuando esa es su meta-

-La verdad que si, preferiría no hablar de ella… al menos esta noche- y dio media vuelta para continuar bailando. El la seguía.

Pasaron un par de horas, Stefannie bailaba como si no hubiera un mañana. Lali no aparecía de nuevo. En eso llega de nuevo Joan.

-¿No queres que salgamos de acá? Hay mucho ruido y quiero decirte algunas cosas…-

-¿Decirme cosas? Estas medio tocadito, me parece que a quien buscas para salir de acá es a Brenda-

-Brenda salió…- dice él, con un tono apenado – no soporto ni siquiera una semana para serme fiel, la vieron salir de acá con un vago. Y dudo que vayan a “hablar”-

-Debiste suponerlo, es bastante zorra tu novia- contesta sinceramente ella – pero bueno, si queres podemos bailar un poco, para que te distraigas, y bueno. ¿Te cabe?-

-Preferiría que salgamos un rato, quiero tomar algo de aire y hablar un poco, desahogarme. Te conozco poco y nada, pero es que te ves tan tierna, tan buenita-

- Que lindo que me digas eso, bueno, no veo nada malo en salir un rato- dijo sonriendo inocentemente.

Pasaron por la salida, les dieron un papel para habilitarles la entrada de regreso. Salieron y hacía un frío terrible. Annie temblaba y Joan le ofreció su campera. Ella dijo que se la quedara, que estaba bien.

-Si no te doy mi campera, permitime abrazarte así no tenés frio, ¿puedo?-

Wow. Definitivamente era una situación soñada. Abrazo, el chico lindo y una noche estrellada. ¿Cómo decirle que no a esa propuesta? Entonces ambos caminaron un poco, Annie no tenía la mínima idea de hacia dónde iba, pero no le importaba, estaba en buena compañía. Joan le dijo que se sentaran en un banquito que había en una plaza. Lo hizo. Estaba oscuro, apenas unas luces lograban iluminar la zona. Joan se sentó a su lado y pasó su brazo por su hombro, abrazándola de a poco.

-Así que tu noviecita te gorreó…- dice Annie. No es que quería meter la pata o poner nervioso a Joan. Sino que quería que el viera la clase de persona con la cual se había metido.

-Eso parece…- dice mirando hacia abajo, posando sus codos sobre sus piernas y su cara sobre sus manos – la verdad no se que hice para merecerlo. Apenas vamos un par de días de novios, es absurdo-

-No debiste darle chance. ¿Ella te encaró, vos le dijiste, o qué onda?-

-A mí me gustaba, estuvimos unas veces y le dije que si quería hacer las cosas formales y me dijo que sí, que le encantaba. Pero al parecer ella misma se contradice, no quiero ni imaginarme que estará haciendo ahora…-

Stefannie sentía lastima. Dicen que no hay que tenerle lastima a las personas pero le partía el alma ver aquel alma destrozada. No sabía si darle un abrazo, apenas se conocían y se podía malinterpretar cualquier acercamiento físico. Pero fue él quien se le acercó, pero no para un abrazo. Le rozó los labios, ella le dio un empujón.

-¿Qué mi#~da haces?- gritó Annie, impresionada- No me digas que te hiciste todo el dolido para aprovecharte de mí (se levanta y se para delante de él)-

Jonathan se dio cuenta de que su plan para devolverle con la misma moneda a Brenda había fallado. Entonces como todo un cobarde salió corriendo a quien sabe dónde. Stefannie no lograba creerlo y sabia que no era un sueño ni se trataba de un chiste de mal gusto. Qué bien que se dio cuenta de que Joan solo quería acercarse a ella para no terminar la noche solo y para demostrarse a su novia que él podía hacerle lo mismo. Ahora: planteemos la situación. Ella estaba sola en un parque bastante lejano al pub, en un lugar oscuro que le provocaba cierto miedo, era de madrugada y podría encontrarse con cualquier loco en la calle que anduviese borracho o drogado, o algún degenerado. Nadie sabe. En ese momento solo deseaba que por arte de magia apareciera su padre en un auto y la invitara a volver a casa. Pero no, era demasiado pedir. Se bajo un poco el vestido, se acomodó el pelo y se descalzó. Le esperaban las cuadras más frías y temerosas que jamás recorrería.

Iba caminando por el cordón de la calle, como haciendo equilibrio. No tenía demasiadas copas de más, pero le dolían bastante las piernas. Iba tarareando “I'm gonna marry the night, I won't give up on my life, I'm a warrior queen, live passionately tonight” (Me voy a casar con la noche, no me voy a rendir en la vida, soy una reina guerrera, voy a vivir apasionadamente esta noche)

En eso cruza por al lado de un callejón oscuro. Eso le provoco cierto miedo. Se oían algunas voces y celulares con música. En eso oyó una voz que le resulto demasiado familiar. Podría jurar que era la voz de su amigo Jonathan, pero no creía que estuviera en un lugar así. Quedo mirando fijamente ese lugar y paso un auto, la luz ilumino ese lugar y justamente allí estaba Jonhy con otros chicos. Estaban haciendo algo raro, tenían bolsas, las cuales aspiraban. “No pienses mal, no pienses mal” pensaba ella. Pero, ¿qué pensar? Solo quedaba una cruel respuesta. Su amigo estaba drogándose. En otras palabras estaba suicidándose por dentro… lentamente. Stefannie no podía creerlo, más bien no quería creerlo. Miraba a donde estaba el y se le detenía la respiración. Estaba asustada, no sabía si correr, si gritarle o si llorar. Pero por distraerse tropezó, casi cae pero logro mantenerse de pie, pero provocó algo de ruido que llamo la atención de los chicos del callejón. En eso, va hacia ella corriendo Jonhy.

-¿Te hiciste algo?- dice él tomándola de la mano- ¿Qué haces sola en la calle, a esta hora? ¿Lali que se hizo?-

Annie movió la mano de forma que él la soltara, lo miro con los ojos algo húmedos, respiro profundamente cerrando los ojos, conteniendo las lágrimas. Y posando sus manos sobre los hombros de Jonathan le dijo:

-Demasiadas preguntas mi amigo… yo tengo solamente una pregunta para vos, y quisiera que me contestaras, ¿sí?-

Jonathan suspiró, sabía que no había más duro que verla así, por él. Asintió con la cabeza aunque por dentro quería huir y seguir consumiéndose, destruyéndose voluntariamente junto con otros valientes de drogarse, pero cobardes para enfrentarse a los problemas…

-¿Se puede saber por qué haces esto?- soltó esas palabras antes de romper en llanto.

-No me entendes… me hace bien- contesto al instante- me hace olvidar del sufrimiento y de mis proble…-

-¿Ah sí?- dice con un nudo en la garganta, y el corazón congelado- ¿te cuento algo? Yo tengo problemas también, hay gente que no me quiere, hay gente que me detesta. A veces me cuesta estudiar. No tengo suerte en el amor. Tengo complejos con mi cuerpo y mucha gente se burla de mí. Me peleo a diario con mis viejos y ellos discuten todas las noches y tengo que consolar a mi hermanito que llora por eso. No encajo en la sociedad. Me han dicho que la música que escucho es la peor basura hecha por el hombre y que no tengo estilo y que soy una copia barata de algún imbécil. Pero ¿sabes algo? No me drogo, vivo la vida y sigo adelante. Deberías aprender a luchar y no a rendirte y a hacer esta estupidez (grita) ¿escucharon ustedes, los del fondo? ¡Están cometiendo un error del cual pueden arrepentirse el resto de sus malditas vidas!

Al decir esto, Annie dio media vuelta y siguió con su viaje regreso a casa. Probablemente sus padres la verían con olor a alcohol, con el delineador corrido por las lágrimas y sus medias de cancán destrozadas y eso sería un motivo para decirle “no saldrás por dos meses”. Dos meses si tiene suerte y no son tres. Querida friki: esta no fue tu mejor noche. No sabía donde andaba Lali, así que solo quedaba llegar a casa y golpear las puertas hasta que alguien la escuchase. Eran cerca de las 00:08 am. Sábado por la mañana, no había circulación de gente. Annie agradeció eso. Solo faltaba que se le rieran de su… imagen.

Escucho que alguien corría detrás de ella. Supuso que podría tratarse de un borracho o quien sabe que. Así que dijo en voz media alta y con un tono extremadamente sarcástico: “Oh no por favor, ya perdí mi dignidad, y mis esperanzas esta noche, quisiera que mi virginidad quedara intacta, gracias”.

-No voy hacerte nada… soy yo- se escucho- me gustaría explicarte bien las cosas porque aunque no creas tengo problemas, se que tienen solución y que me estoy mandando cualquiera, pero es un impulso… no lo hice para hacerme el lindo ni para decir “ah, me drogo que copado” simplemente quería olvidarme por un momento de un par de cosas que me tienen dolido…-

Stefannie se dio vuelta y miro fijo a los ojos a su amigo. Sus ojos estaban tristes, y cansados. Le dio un abrazo largo.

-Te cuido porque te quiero, porque sos mi amigo y me importa lo que haces. Si tenés un problema decime… yo puedo ayudarte hasta en lo imposible- le dijo al oído, le temblaba la voz.

-Prometo intentar dejarlo, si prometes algo también- dice tomándole la mano.

-Bueno está bien, lo que sea porque estés bien. Te conozco, sabía que algo te pasaba pero no tenía idea de que fuera tan grave. ¿Qué tengo que prometer?-

Jonhy suspiró. Se refregó los ojos y miro nuevamente a Annie. ¿Nunca te paso que necesitabas decirle algo a alguien y no te salen las palabras aunque las tengas organizada en fila india en tu mente? Sera que lo que intentas decir es demasiado fuerte o duro… Sera que las palabras son tan amargas que temes que otros las conozcan. –Annie- dijo- vas a tener que prometerme que vas a seguir siendo mi amiga aunque te enoje lo que voy a contarte-

-Hoy tuve una noche increíblemente pésima, dudo que algo la empeore (estas siendo demasiado dura) pero bueno, no voy a dejar de ser tu amiga porque me cuentes algo. Decime no más-

-(Se prepara para hablar) Bueno, pasa que… (Se agarra la cabeza) no puedo. No puedo. Quiero decírtelo pero no puedo. Después te cuento, mañana, pasado. Pero ahora no, no me salen las palabras-

Stefannie se dio cuenta lo complicado que era para su amigo decirle lo que debía, así que mejor decidió decirle que lo dejara y se lo dijera al día siguiente. Fueron juntos hasta la casa de Stefannie donde no había nadie. Jonathan le ayudo a saltar un tapial lo cual con vestido era bastante incomodo. Así podía llegar hasta el patio de su casa y forzar la ventana de su cuarto, la cual estaba algo vieja y se abría con facilidad. Al teléfono de Jonhy llego un sms “Ya estoy adentro, gracias por ayudarme. Nos vemos mañana y hablamos, te amo”. Él le contesto que le parecía buena idea, y volvió a su casa. Cuando Annie puso su cabeza sobre la almohada dejo salir un suspiro pensando “que noche tan dura, mi mejor amigo tiene problemas, me di cuenta de que quisieron usarme y bueno, las chicas que estaban en el baño habrán pensado que soy una loca agresiva que no sabe controlar sus impulsos… y Lali…” y quedo pensando. Lali. No la vió más desde que salió con ese chico. Eso le causo algo de miedo, lo único que le faltaba era que su amiga ebria y un chico ebrio hayan hecho cualquier cosa. Pero ya había entrado a su casa y le dolía hasta el último musculo de su cuerpo. Lali podría esperar. Unos segundos luego logro dormirse, pero pocas horas luego llegaron sus padres, al verla en la cama, aun vestida, maquillaje corrido y dormida sin destender la cama, consecuencia del profundo dolor que tenia. Sus padres la quedaron mirando sin saber que pensar. Como todos padres, se les cruzaron por la cabeza las peores razones por las cuales estaba así. La dejaron dormir, al día siguiente a las cuatro de la tarde la despertaron, la obligaron a ducharse y cuando salió de la ducha le dieron buenas noticias: “estas castigada de salidas durante dos meses”. Ella no podía contradecirlos, solo les dijo que no era lo que pensaban y que Lali había desaparecido. Sus palabras no tenían valor frente a sus padres. Debían conformarse con que sus padres pensaran que era una zorra y que había llegado borracha a su casa, y como los padres siempre piensan un “plus” para empeorar la situación seguramente pensaron que andaba con un vago, o cualquier cosa. Viernes de descontrol y sábado de castigo. Fenomenal.

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